Fuimos el vacío en mitad de la nada

Nunca supe qué decir en este tipo de situaciones.¿Adiós? Quizás. O quizás no. Siento la pena de quien no va a volver. De aquel que anda hacia la puerta y sabe que al asomarse notará el frío penetrante del cambio, porque dejemos las mentiras en el contenedor de la esquina de tu casa y dejemos de actuar haciendo como que nada pasa, porque no hay vuelta atrás. Empezamos a jugar, a saltarnos normas, a tentar a la suerte y, sobre todo, jugamos a ser tanto que no fuimos nada. Fuimos el vacío en mitad de la nada y la avalancha en un concierto en mitad del estribillo de mi canción favorita. Fuimos armonía, río, aire, viento. Fuimos, pero no somos y esa es la única verdad.