amor que vive, amor que mata
matar para vivir, vivir para sentir.
Y tú vienes a mi cama, descalzo, con los pies fríos
como si la guerra fría no hubiese estallado,
como si nada hubiese pasado.
Las risas se adueñan de esta habitación,
tus labios apresan los míos,
y yo te pido una y otra vez que no acabes nunca.
El amor es eso que nos arrebata la cordura y,
no hay hecho que nazca del delirio
que produzca vergüenza alguna.
Comentarios
Publicar un comentario